La demencia es una degeneración progresiva del cerebro y de su capacidad de funcionamiento. Es una enfermedad extremadamente grave que cambia la personalidad de la persona y limita su capacidad para llevar a cabo el día a día. La demencia afecta principalmente a las personas de edad avanzada.
Las personas con demencia sufren un deterioro de la memoria, especialmente en la memoria a corto plazo. Posiblemente comience a sufrir pequeños olvidos repetidos, como la pérdida de llaves, pero a medida que la enfermedad avance, es posible que ya no reconozcan a sus propios familiares. Además, empeora su capacidad para emitir juicios, gestionar cualquier tema y planificarse. Las personas con demencia pierden habilidades sociales y a menudo tienen problemas para controlar su estado de ánimo, con tendencia a irritarse o inquietarse. Los síntomas suelen aparecer e ir empeorando a lo largo de los años.
Hay varias causas diferentes de demencia, de las cuales la más común es la enfermedad de Alzheimer, relacionada con la acumulación de "placas amiloides" y "ovillos neurofibrilares", poco habituales en el cerebro. Otros tipos de demencia también consisten en una acumulación anormal de la proteína tau en el cerebro; a nivel genérico, se denominan "tauopatías".
Las personas con demencia terminan siendo completamente dependientes de un cuidador. Sin embargo, se dispone de un determinado número de tratamientos sintomáticos que pueden mejorar la actividad y la calidad de vida de la persona, sobre todo en las primeras etapas de la enfermedad.